Located just over 20 km from the Spanish border, this town has been chosen time and again by Europe’s most elite society. How could we forget that Coco Chanel opened her first store outside of Paris here in 1915, or that the Art Deco beachfront casino likely witnessed some of the most iconic moments of the Roaring Twenties, while children spun tirelessly on the elegant carousel still standing beside it today?
The glamorous French Basque Country effortlessly seduces anyone who visits. It’s the perfect seaside setting, filled with the scent of salt, where it’s easy to disconnect. One can almost imagine riding the waves in this former fishing village that modern vacationers now roam from end to end without pause.
Con sus majestuosas casas señoriales, sus eternos visitantes y sus lujosas calles se alza, ante el embravecido mar Cantábrico, Biarritz, la ciudad que antaño conquistó el corazón de reyes y emperadores.
Con apenas poco más de 20 km de distancia desde la frontera con España, esta localidad ha sido elegida, una y otra vez, por la sociedad europea más selecta y es que cómo no recordar que Coco Chanel, ya en 1915, abrió aquí su primera tienda fuera de París o que su casino art déco, a pie de playa, seguramente presenció algunos de los momentos más emblemáticos de los felices años 20 mientras los más pequeños giraban, sin descanso, en el elegante carrusel que hoy sigue a su lado.
Y es que el País Vasco francés más glamouroso seduce sin piedad a todo aquel que lo quiera visitar. El perfecto escenario con olor a sal donde desconectar y donde poco cuesta imaginar cómo fue cabalgar las olas de esa antigua población marinera que, ahora, diferentes veraneantes recorren de punta a punta sin cesar.
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